Mientras Sandy Granados y Corina Landero enrollan con gran habilidad hojas de tabaco en una de las mayores fábricas de puros de Estelí, difícilmente uno podría darse cuenta de que ambos son personas con discapacidad visual. Su extraordinaria dedicación es ejemplo de superación en un país donde una de cada tres personas vive en pobreza.

Para la joven pareja, ser ciego no es un impedimento; por el contrario, representa una oportunidad para ser un ejemplo de fortaleza para su hijo de 7 años, Leyner. A pesar de no haber terminado la escuela primaria, ambos padres reconocen el valor de la educación y realizan grandes sacrificios para llevar a su hijo a clases diariamente.

“Queremos que nuestro hijo tenga las oportunidades que nosotros no tuvimos; su educación es nuestra prioridad.”

Durante muchos años, Sandy, Corina y el pequeño Leyner, estuvieron en constante búsqueda de un lugar donde vivir. A veces, la pequeña familia tenía que pasar las noches en un refugio improvisado cerca del vertedero municipal que, debido a las inadecuadas condiciones, ponía en riesgo su seguridad.

“Con frecuencia se nos metían a robar el poco dinero que lográbamos ahorrar.”

En 2020, gracias al apoyo de un generoso donante, ANF construyó una casa digna para Sandy, Corina y Leyner. La construcción finalizó unas semanas antes de que los huracanes Eta e Iota azotaran el país y causaran una significante destrucción, afectando a miles de familias vulnerables de Nicaragua.

“Le damos gracias a Dios y a todos aquellos quienes hicieron posible nuestro sueño de tener una casa. Hoy, podemos dormir tranquilamente, sabiendo que nuestro hijo está protegido.”

La historia de Sandy y Corina fue publicada en nuestro Reporte Anual 2020. Lee el informe completo a continuación.